8 errores de limpieza que hay que evitar en la oficina
Un entorno de trabajo limpio es más prioritario que nunca. Una oficina limpia e higiénica reduce la posibilidad de que se propaguen virus. Como esto tiene una influencia directa en la salud de sus empleados, es una parte crucial de la seguridad en el lugar de trabajo. Evidentemente, manteniendo un alto nivel de limpieza e higiene se reducirá el absentismo. Descubre qué errores de limpieza debes evitar a toda costa y mantén tu oficina segura y saludable.
1 Solo limpiando lo visible
Cuando se trata de limpieza, hay más de lo que parece. Un error común se conoce como "limpieza puntual": limpiar únicamente superficies visibles (sucias). La oficina puede parecer limpia a primera vista, pero habrá una acumulación de bacterias y gérmenes. Garantizado. ¡Asegúrate de comprobar la limpieza, por ejemplo con el kit i-know o limpiando con i-scrub 26H (la luz negra integrada hace que todo sea visible)! También se recomienda la desinfección periódica de superficies en toda la oficina.
2 Olvidarse de desinfectar
Cuando desees prevenir la propagación de gérmenes y bacterias, es importante desinfectar las superficies con regularidad. Esto significa utilizar los productos y equipos (profesionales) adecuados para la desinfección. Recuerda, limpiar y desinfectar no es necesariamente lo mismo. Asegúrate de utilizar el detergente adecuado combinado con microfibra y considera máquinas profesionales, como i-cover e i-fogger.
(i-fogger para una fácil desinfección de superficies)
3 No limpiar con suficiente frecuencia
Aunque la limpieza a fondo puede realizarse en distintos momentos a lo largo del año, la limpieza y desinfección periódicas deben realizarse a diario (¡incluidos los escritorios de oficina). Los baños deben limpiarse al menos dos veces al día (más si hay mucho tráfico en los baños) y preferiblemente una limpieza profunda a diario, cuando no haya gente en la oficina. En cuanto a las superficies de la cocina, lo mejor es limpiarlas cada vez que se usan o tocan (limpiar con un spray sanitario u otro desinfectante). Revisa el frigorífico de la oficina al menos dos veces por semana para asegurarte de que no haya comida en mal estado (y para evitar malos olores o moho). Limpiar en profundidad el frigorífico al menos una vez al mes es una medida inteligente. Limpia los suelos diariamente (por ejemplo con vac o i-drive) y asegúrate de limpiarlos profundamente mensualmente. Sugerencia: evita que la suciedad se propague con i-matt.
4 Desconocer los puntos de contacto
A medida que las personas se mueven por la oficina, tocan muchas (¡muchas!) superficies. Piensa en los escritorios, los teléfonos, el ratón del ordenador, el botón de cisterna del inodoro... y cosas menos obvias: el mango del hervidor de agua, los botones de las máquinas de café, los rotuladores de la pizarra e incluso los laterales de las puertas. Estas áreas se conocen como puntos de contacto. Asegúrate de identificar los puntos de contacto en tu oficina y no solo limpiar, sino también desinfectar minuciosamente estas superficies diariamente (preferiblemente varias veces al día).
5 No prestar atención al aire
Puede que no sea lo primero que nos viene a la mente cuando pensamos en limpieza, pero el aire es un factor importante para mantener un ambiente saludable en la oficina. Con el aumento de COVID aprendimos sobre aerosoles y los peligros de la mala calidad del aire interior. Una buena ventilación es esencial, al igual que un sistema de calefacción y refrigeración profesional (¡y limpio!). Considera el uso de equipos profesionales para ayudar a limpiar el aire, como el purificador de aire de alta i-air y el medidor de calidad del aire i-sense.
6 Falta de prevención
Reduce al instante la posibilidad de que se propaguen gérmenes y bacterias utilizando la prevención adecuada. Esto ya se puede lograr en gran medida con desinfectantes para manos (sin contacto) en todos los espacios de oficina. Preferiblemente instalado en un lugar donde los empleados suelen pasar, como la entrada de la oficina, la cocina, las entradas de las salas de reuniones y las salidas del baño. Mantén la higiene utilizando más aparatos que no se toquen, como papeleras, cisternas y dispensadores de toallitas que no se toquen. Anima a tus empleados a desinfectarse las manos con regularidad (por ejemplo, al firmar en la oficina).
7 Subestimar la importancia de la limpieza profesional
¿Quién hace la limpieza en tu oficina? ¿Confías en tu personal o contratas a un limpiador profesional? Aunque tus empleados pueden mejorar la limpieza (por ejemplo, desinfectándose las manos y manteniendo limpio el escritorio), no son limpiadores profesionales. La limpieza y la higiene de la oficina es una gran responsabilidad que no debe tomarse a la ligera. Se recomienda trabajar con limpiadores profesionales.
8 Suponer que las herramientas y equipos de limpieza están limpios
Es más fácil de lo que piensas contaminar un espacio con tus herramientas y equipos de limpieza. Asegúrate de que el propio material de limpieza se limpia con regularidad (por ejemplo, limpia regularmente los paños de microfibra y asegúrate de que el recipiente de la aspiradora se vacíe después de cada uso). Tenga en cuenta qué utensilios de limpieza tocan las superficies sucias y límpielos o deséchelos en consecuencia.
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